Qué pena que no encuentres tu camino
a tu edad, vagabunda de ideales
siempre infecunda como las vestales
siempre insegura frente a tu destino.
Mesi(a)s de barro adoras y adivino
no son Madrit ni España tus rivales
sino que son tus pensamientos duales
en color rojo y gualdo adulterino
Te quiero, a tí escritora o periolista,
ecuánime sensata y objetiva,
sin perseguir cegata unos señuelos
que al decidir el rumbo de tus vuelos
no te quedes en simple articulista
ni de un mundo en colores seas cautiva.