jueves, 5 de enero de 2017

La payesada del día




Politizar a los niños, qué bajeza

Los colectivos independentistas de Cataluña van a llenar de esteladas la cabalgata infantil de los Reyes Magos que se celebra en el municipio Vic. El gobierno catalán ha declarado que le parece una iniciativa legítima y correcta.
El hecho va a tener bastante repercusión, pues se trata del cortejo real que se retransmitirá por TV3 para toda la región.
Quizás precisamente por eso, la Asamblea Nacional Catalana y Omnium han pedido un esfuerzo por llenar de banderas independentistas los balcones y ventanas del recorrido. También se ha animado a los asistentes a mostrar los famosos ‘fanalets’ –los farolillos típicos de la zona- decorados con la estrella secesionista.
Este hecho da muestras de hasta dónde están dispuestos a llegar algunos por un objetivo político. Mezclar a los niños en cuestiones de este tipo es muy grave. Yo solo recuerdo precedentes inquietantes: los dictadores, los nazis, las sectas… Sólo gente obtusa y sin principios morales se atreve a mezclar la inocencia y el candor infantil con batallas partidistas.
Fíjense si el asunto resulta pringoso que hasta el diputado de Esquerra Republicana en el Congreso, el mismísimo Gabriel Rufián, ha admitido que la iniciativa “no le gusta”, que él “no lo haría”.
Pero es que aquí hay otro hecho escandaloso, que se denuncia poco: la utilización de TV3 que la Generalitat realiza desde hace años. De esto, apenas se habla.
Lo políticamente correcto es denunciar que TVE está en manos de la derecha, que utiliza los medios públicos para intereses particulares. Un comité de redacción, integrado por trabajadores de la televisión pública, difunde regularmente manifiestos de protesta con denuncias de manipulación y sectarismo.
¿Y lo que está sucediendo en TV3 qué es? ¿Cómo lo llamamos? ¿Es razonable con un canal que pagan todos los catalanes sirva de altavoz para enfoques ideológicos de sólo una parte de la sociedad local? ¿Por qué nadie protesta, tampoco en Cataluña? ¿Acaso está comprada la prensa regional con subvenciones autonómicas? ¿Se quedarán en silencio de nuevo opinadores, tertulianos y analistas catalanes ante el enésimo atropello?
Mucho me temo que sí. Porque, como recordaba alguien ayer por Twitter, es compatible tener muchos faroles y demostrar muy pocas luces

sábado, 26 de noviembre de 2016

La traición verde oliva.


Lo que pudo ser Cuba a partir del 1 de enero de 1959 se frustró porque Fidel torció deliberadamente el rumbo de las ilusiones de un pueblo que había creído y confiado en él
JOSÉ MARÍA LASALLE - Actualizado: Guardado en: Internacional
Remontar el cauce de la revolución cubana es el itinerario de una traición perpetrada a lo largo de casi cinco décadas. Entre riberas afiladas por la violencia, la delación y la mentira, sus aguas discurren viscosas y dejan tras de sí la turbidez de una estela sin fin de dolor y frustración. Cuba es una isla deshecha, varada como uno de esos petroleros soviéticos que yacen sin vientre en medio de la estepa desértica que es ahora el Mar de Aral. Apagadas hace tiempo las hogueras de la leyenda, Cuba permanece aletargada, sumida en la penumbra de un crepúsculo sin majestuosidad ni colorido.
Fidel Castro ha muerto, ¿y qué? ¿Acaso hay alguien con un mínimo de decencia política que pueda llorarlo? El daño y la decepción colectiva que ha provocado son irreparables y constituyen su legado más personal. No lo olvidemos.
Lo que pudo ser Cuba a partir del 1 de enero de 1959 se frustró porque Fidel torció deliberadamente el rumbo de las ilusiones de un pueblo que había creído y confiado en él. Sacrificó la democracia, silenció y encarceló a todos los que se opusieron a sus designios, y lo hizo a pesar de que había proclamado –cuando todavía lucía en el cuello las medallas de la Virgen del Carmen y de la Caridad del Cobre con las que había entrado en La Habana– que: «¡Ni pan sin libertad, ni libertad sin pan! ¡Ni dictadura de algunos grupos, ni dictadura de castas, ni oligarquía! Libertad con pan y sin terror. ¡Esto es el humanismo!».
Medio siglo después, el régimen castrista se ha ganado a pulso la despreciable condición de antípoda de todos esos ideales. Cuba es hoy en día lo contrario: el paradigma del antihumanismo.
Una ciudadela ruinosa desprovista de libertad y pan que administra una oligarquía de casta: una dictadura con mayúsculas y sin adjetivos que no puede ocultar la crudeza desnuda de su éxito totalitario, ya que ha logrado la destrucción colectiva de cualquier esperanza. Memoria de una deslealtad hacia los sueños de un pueblo que creyó en el mito surgido de la espesura agreste de la Sierra Maestra, la biografía de Castro se ha cerrado por fin con su muerte.
Atrás queda el héroe revolucionario, el hombre que derribó un U2 y que se enfrentó a John F. Kennedy como lo hizo Rubén Darío con su famoso Canto a Theodor Roosevelt. La imagen romántica fue decapitada en la oscuridad de la historia bajo el brillo de una cuchilla de acero que dejó caer una y otra vez sin escrúpulos sobre todos aquellos que le llevaron la contraria.

Cerca de 25.000 asesinados

Nunca se conocerán las cifras exactas, pero la utopía tropical que edificó arroja un saldo de al menos 25.000 asesinados y dos millones de exiliados. Un balance estremecedor que emborrona con los brochazos de la vileza cualquier justificación con la que pueda tratarse de retocar amablemente los contornos de su personalidad. Digámoslo así, sin rodeos: la silueta histórica de Castro tan solo admite los perfiles que identifican a un tirano desprovisto de cualquier épica.
Es más, se ha ido de este mundo acompañado por la lenta respiración de una agonía culpable. Ha tenido que quitarse el uniforme verde oliva y ponerse las pantuflas de cuadros y el batín de hospital para enfrentarse a la muerte. No ha podido hacerlo como le había sugerido una vez el Ché Guevara: arrojándose sobre las alambradas de Guantánamo al grito de ¡Viva la Revolución...! Fidel ha muerto solo, sin familia, ni colegas o amigos.
Lo ha hecho con la ostentosa ambición del tirano decrépito que pretende impresionar a la muerte parapetándose detrás de una guardia de corps. Él, que se autoproclamó en 1962 como portavoz de aquel «¡Basta!», que era una «ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado» que se levantaba desde Cuba para redimir a la Humanidad, ha fallecido sin el respeto de nadie con un mínimo de conciencia democrática, convertido en lo que siempre fue en el fondo de su alma: el ególatra ambicioso que traicionó las ilusiones colectivas que habían hecho posible que alcanzase el poder tras derrocar a Batista.
Lástima que haya muerto sin experimentar la justicia de ver cómo su rostro se ahogaba bajo un aguacero de desprecio multitudinario hacia su persona. Después de tantos años de despotismo se merecía algo así. Pero, por uno de esos azares inexplicables de la historia, se ha librado de tener que rendir cuentas ante los cubanos por haber asfixiado sus esperanzas entre los sargazos de humillación y violencia totalitaria con los que –como se encargó de denunciar Enzensberger en «El hundimiento del Titanic»–, recubrió su obra, mientras buena parte de la intelectualidad «comprometida» de Europa lo aplaudía «tirándose unos a otros bolitas de pan y citas de Engels y Freud».

Castrismo sin Fidel

Por ahora, el castrismo ha sido capaz de sobrevivir a la muerte de su artífice, aunque no sepamos por cuánto tiempo. Es cierto que el régimen sigue caminando, pero como lo haría un zombi, desposeído de la vitalidad enérgica de su fundador. Lo sostiene todavía la pereza generada por un terror que no necesita seguir practicándose para que surta el efecto de que se acate lo que se manda. Pero ¿y mañana? ¿Podrán seguir las cosas como hasta ahora gracias al marcapasos de Raúl Castro y las transfusiones de petrodólares de Venezuela?
Es difícil aventurar cuál será el futuro de la isla, pero en cualquier caso tendrá que pasar por la voluntad colectiva de mirar hacia delante y buscar la reconciliación de todos los cubanos: de la isla y del exilio, los del partido y los que tuvieron que sufrirlo. Sin aliento justiciero ni moral geométrica, Cuba tiene por delante la difícil responsabilidad de redimirse a sí misma.
Para ello tiene antes que apostar con ambición por la sociedad abierta que no pudo ser por culpa de la silueta de una traición que ahora, por fin, será borrada definitivamente gracias a la voluntad inquebrantable de un pueblo que sabrá estar a la altura del reto que le impone la historia.

jueves, 1 de septiembre de 2016

¡Nuevo ataque de Rajoy a Cataluña!

 

 

Puigdemont: "Rajoy se refirió a Cataluña a las 17:14 horas"

El presidente de la Generalidad subraya en Twitter la coincidencia: "Lo dice todo".

(Barcelona)





Carles Puigdemont. | EFE

"La coincidencia entre la frase de Rajoy y la hora en que lo ha publicado en directo 'El Nacional' ya lo dice todo". Esta es la frase de Carles Puigdemont en Twitter. Bajo ella, dos capturas de pantalla del minuto a minuto del discurso de Rajoy en el periódico digital de José Antich, exdirector de La Vanguardia. En ellas se podía leer: "Rajoy asegura que el primer objetivo es preservar la unidad y la soberanía" y "Rajoy: Nadie puede privar al pueblo español del derecho a decidir sobre su futuro". Las dos bajo las 17:14 horas.
Tal casualidad en relación al mítico año 1714 para el separatismo dio pie a Puigdemont para lanzar un guiño a las bases separatistas similar al que se produce a veces en el Camp Nou cuando se cumple ese minuto y segundos del partido.
El trino de Puigdemont en la red social fue la reacción más destacada de la política catalana al discurso de investidura del presidente del Gobierno en funciones. En la pasada legislatura autonómica, Artur Mas habría convocado a los medios a la media hora de la intervención de Rajoy para denunciar solemne un nuevo ataque contra Cataluña. La "desconexión" con España implica ahora una respuesta de perfil bajo, como si la investidura se celebrara en el "país vecino".
Sin embargo, se mantienen algunos tics del "masismo", cuando 1714 se convirtió en un fetiche y era el número más demandado en la lotería catalana, así como la medida exacta, diecisiete metros y catorce centímetros del palo de la bandera que preside el Museo del Borne, también conocido como "Valle de los Caídos" del catalanismo.
De ahí la cabalística alusión de Puigdemont, quien aún no se ha incorporado a las tareas oficiales. En la agenda le espera una difícil reunión con la CUP de la que depende la cuestión de confianza a la que se someterá el próximo 28 de septiembre.
- Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/espana/2016-08-31/puigdemont-rajoy-se-refirio-a-cataluna-a-las-1714-horas-1276581450/

lunes, 22 de agosto de 2016

Sansón Sánchez


Un PSOE gripado José María Carrascal

¿Qué busca Pedro Sánchez? Pues que Rajoy fracase como él fracasó, sin importarle arrastrar al partido con él
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Pedro Sánchez se ha reafirmado no sólo en su no-no a la investidura de Rajoy, sino también en no aprobar sus presupuestos, en el problemático caso de lograrla. O sea, hará una oposición a sangre y fuego, no la dura pero responsable que ha prometido. Lo justifica en el «sufrimiento que el gobierno del PP ha causado al pueblo español en su mandato».
Nadie niega ese sufrimiento. Pero si se compara la España que cogió Rajoy, al borde de la bancarrota, con la prima de riesgo en 640 puntos, un paro del 26 por ciento y camino de ser otra Grecia, con la de hoy, con el mayor crecimiento en Europa, liderando las exportaciones, la prima de riesgo en cien puntos y seis puntos menos de paro, se ve que ese sufrimiento ha servido de algo.
¿Qué busca Pedro Sánchez? Pues que Rajoy fracase como él fracasó, sin importarle arrastrar al partido con él. Y con el partido, a España. ¿Qué hace el PSOE ante ello? Nada. El PSOE está gripado como un motor sin aceite. En un escenario global completamente nuevo, su fórmula socialdemócrata, que tan bien funcionó en la Europa occidental en el último medio siglo, ya no sirve. El Estado de bienestar no puede mantenerse debido al envejecimiento de la población y a la competencia de países con sueldos diez o incluso cien veces menores que los nuestros. Es la ley de Darwin: adaptarse o morir.
Eso lo saben perfectamente los socialistas al frente de ayuntamientos y autonomías. Como saben que sin la ayuda de «papá Estado» no podrán ayudar a sus ciudadanos necesitados ni pagarse las pensiones, la educación ni ninguno de los servicios públicos. Pero van a permitir que Pedro Sánchez bloquee las cuentas públicas. Que lo haga Podemos, cuyo objetivo es derribar el sistema, o los secesionistas, que cuanto peor le va a España mejor les va a ellos, se entiende. Pero ¿el PSOE, con la E de España en sus siglas?
Claro que vive preso de su espejismo. Se cree que es el «partido de los trabajadores». Cuando los trabajadores, hoy, en España (o Europa), quieren conservar lo que tienen. Es decir, se han hecho conservadores sin darse cuenta. La única izquierda verdadera a estas alturas es la radical: Podemos y sus confluencias. Que, curiosamente, se da la mano con la única derecha auténtica, la ultranacionalista. Los extremos se unen contra la nueva realidad de un mundo en el que todo ocurre en todas partes al mismo tiempo.
Si el PSOE se dejase de quimeras y aceptase esa realidad, como la aceptó Felipe González al aceptar la OTAN y la economía de mercado, nuestro problema estaría resuelto. Si no lo hace, puede ver el futuro que le espera en las ciudades, Barcelona, Madrid, Valencia, donde se prestó al experimento. Sánchez ya ha dicho que se presta a ello, como un Sansón dispuesto a hundir el templo con todos los que hay dentro. Lo malo es que ese templo no es el de los filisteos. Es el de todos los españoles.

sábado, 11 de junio de 2016

Catalanofilia sin causa

http://www.elespanol.com/espana/20160610/131487587_0.html
De acuerdo con la sentencia. No del todo (aunque bastante) con Losantos.
Con especial dedicación a la respetable aunque no compartida "catalanofilia" de mi prima Isabel...y tantos más.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Soc català (¡ Ozú...casi ná!)


¿Somos diferentes?












"Soc Català i porto barretina i qui em digui res li tallo la sardina" (Soy catalán y llevo barretina y quien me diga algo le corto la sardina.) Esta cantinela pedestre aprendida y berreada en mi más tierna infancia, procuraba ya establecer de forma algo abrupta un cierto empaque étnico en los chiquillos de la época. Eran tiempos en los cuales, a pesar de la dictadura en pleno auge, la toxina de la segregación enfilada hacia los "castellanos" se manifestaba subrepticiamente entre minúsculos signos. Se trataba de señales inocentes en su apariencia, pero en el caso concreto de la cantinela antes citada, la intención era muy explícita. No sólo revelaba la expresión genérica de un impulso xenofóbico primario sino que ya señalaba una funcionalidad concreta. Teníamos claro a quienes había que cortarles la sardina.
En aquel contexto, la fobia hacia el enemigo externo dotaba de cierta osadía tribal un simple gesto que indicara alguna clase de resistencia al supuesto invasor. Eran de nuevo los embriones del único signo diferencial auténticamente relevante en el territorio catalán desde hace más de un siglo; una auto exaltación de las supuestas virtudes comunes que ha llevado siempre implícita una predisposición a la xenofobia. Ni había entonces, ni los hay ahora, otros signos específicos suficientemente destacados que pudieran diferenciarnos entre los habitantes de la península.





En mi juventud, cualquier atributo colectivo que distinguiera tangiblemente los catalanes del resto de los españoles se encontraba exclusivamente en el ámbito de las manifestaciones populares o el folclore. Ni la lengua materna representaba en mis primeros años de vida algo claramente distinto, ya que pasábamos de la una a la otra sin apenas percibirlo dada la similitud entre ambas. Los demás distintivos colectivos eran los clásicos tópicos regionales como la avaricia, o la designación de "pueblo laborioso" con la que nos adulaba el dictador Franco.
Sin embargo, resulta chocante como este hábito de exaltar virtudes a los catalanes para intentar tenerlos sosegados se produce siempre a costa de rebajar implícitamente al resto de ciudadanos españoles. Si nos ceñimos al panegírico franquista parecería que los que no vivían en Cataluña eran entonces poco amantes del trabajo (creencia compartida hasta hoy por una mayoría de catalanes). Esta costumbre laudatoria sobre las singularidades de mi región ha seguido hasta nuestros tiempos, ya que en la actualidad, con la excepción de vascos y catalanes, el resto de españoles parecen hallarse huérfanos de hechos diferenciales.
En cualquier caso, resulta insólito que a estas alturas de la democracia española todavía tenga crédito la invocación de rasgos diferenciales como algo suficientemente tangible y objetivo para justificar una estructura administrativa. Tampoco es de extrañar que los nacionalistas catalanes deseen poseer unos signos de identidad únicos, no sólo frente a España sino ante Europa y por todo el orbe. Se halla en perfecta coherencia con la justificación de sus actuales intenciones secesionistas. La gran paradoja del asunto reside en que surgen constantemente relevantes figuras españolas de la política, los medios o la cultura, las cuales continúan alimentando este automatismo sin correspondencia alguna con la realidad. Y lo clasifico como un automatismo dado que el mito de las singularidades y su aceptación (un punto masoquista) por parte de los no catalanes, ha quedado establecido como materia indiscutible y nadie se preocupa en verificar la realidad.
"A estas alturas de la democracia en España todavía tiene crédito la invocación de rasgos diferenciales para justificar una estructura administrativa"
Desde el Rey hasta el último político se esfuerzan en introducir en sus discursos la gran diversidad de España. Es una obviedad innecesaria tratándose de 40 millones de personas si no fuera que viene a reflejar el complejo sobre vascos y catalanes. Hace unos meses el ex presidente Felipe González citaba de nuevo la necesidad de dejar muy claros en la Constitución "los hechos diferenciales catalanes". En este sentido, desearía exponerle dos preguntas muy concretas: ¿Cuáles son las diferencias significativas que como catalán observa usted en mi persona en relación al resto de los españoles? ¿Puede enumerarme la lista de tales diferencias que merezcan ser señaladas en la Constitución? Si la cuestión se centra exclusivamente (como me temo) en la lengua, opino que el catalán no debería ser motivo suficiente para excepcionalidades y privilegios.
Si además ello es la base de las diferencias, resulta entonces demasiado exigua para fundamentar un concepto de identidad. La enorme semejanza entre el español y el catalán no da lugar a un cambio apreciable en el lóbulo central del cerebro que según parece rige estas cuestiones. Me refiero a cambios en la construcción mental provocados por giros lingüísticos que generan impulsos distintos entre una u otra lengua y que son capaces de modificar determinados rasgos del comportamiento, o sea, la lengua como creadora de peculiaridades en las pautas de actuación. En este caso concreto, tampoco se trata del chino o el árabe. El catalán parece un dialecto del español y viceversa. Lo damos por aceptable como patrimonio cultural de España aunque aquí sólo me estoy refiriendo al instrumento y lo esencial en la cuestión cultural no es la letra sino lo que se hace con esta. Y así entramos en otro supuesto diferencial muy recurrido: la cultura.
La cultura catalana es otro de los automatismos esgrimidos por los ciudadanos españoles, a los cuales una obra teatral, una canción o una poesía en catalán, les parece el núcleo de una cultura autóctona y distinta de la suya. Habría que preguntarles qué entienden por cultura, pero si creemos que es algo más que levantar torres humanas, recolectar níscalos o bailar sardanas, lamento decirles que no existe una cultura catalana como algo específico y acotado. Forma parte de un conjunto ibérico muy amplio que además de incluir Portugal se introduce también en territorios franceses. De la misma manera que hoy no existen entre un ciudadano de Barcelona, Zaragoza, Burgos o París, diferencias relevantes de costumbres y comportamiento tales como para establecer hechos diferenciales tangibles.

"Señalarlo en la Constitución es un contrasentido absoluto pues la Carta Magna debe servir precisamente para establecer lo que tiende a unirnos"

En definitiva, cualquier excepcionalidad basada en signos de identidad, rasgos autóctonos o hechos diferenciales, que establezca además alguna clase de franquicia colectiva, resulta agraviante para el resto de los españoles y atenta a nuestra igualdad de ciudadanos. Señalarlo en la Constitución es un contrasentido absoluto pues la Carta Magna debe servir precisamente para establecer lo que tiende a unirnos. Hoy cualquier español puede hablar como le dé la gana, bailar y comer lo que le plazca, así como practicar las singularidades que se le ocurran pero no es necesaria la norma escrita de estas libertades fundamentales.
No se agobien, los catalanes en nada apreciable nos diferenciamos del resto de los españoles si no fuera porque en los últimos tiempos se ha desbordado el virus xenofóbico y paranoico, latente siempre en las apologías étnicas. Hasta ahora es el único signo diferencial que proviene de aquel rincón mediterráneo pero es transitorio porque ha sido inducido artificialmente y hay síntomas de nuevos anticuerpos que pueden neutralizar la epidemia devolviéndolo todo de allí donde nunca debía haber salido: El Barça-Madrid.

Albert Boadella es dramaturgo.

lunes, 12 de octubre de 2015

Onanismo identitario made in Spain


Plaza de Colón en Madrid | Wikipedia

Un año más el 12 de Octubre, la llamada fiesta nacional. La verdad es que, vista la situación de nuestra exnación, sorprende que siga celebrándose. ¿Acaso nos queda algo que celebrar? ¿Quizás aquel descubrimiento de hace cinco siglos por el que no hacemos más que pedir perdón? ¿O la unificación de los reinos acontecida en aquellos mismos años por voluntad de aquel par de franquistas por anticipado llamados Isabel y Fernando? ¿O la existencia del extraordinario vínculo de una lengua de creciente importancia internacional que, sin embargo, se menosprecia, discrimina y acorrala en varias regiones españolas? ¿O la prosperidad y fortaleza de una nación a la que muchos de cuyos ciudadanos ansían dejar de pertenecer?

Además de los separatistas, que, al fin y al cabo, se limitan a representar coherentemente su papel, a media España le resulta molesta su propia nación, especialmente, aunque no sólo, en eso que se llama izquierda. Pero no se limita su rechazo a la España actual o a los pasados regímenes políticos, cercanos en el tiempo, a los que se culpa de todos los males para no aceptar incapacidades presentes, ya que se considera que el error español hunde sus raíces bastante más atrás. Por mencionar sólo un par de ejemplos recientes, recuérdense la palabras de ese portavoz de la intelectualidad izquierdista llamado Willy Toledo sobre lo que le agradaría la independencia de Cataluña puesto que "movería los cimientos del régimen español, que no llevamos con él ni veinte, ni cuarenta, sino quinientos años". Su compañero Wyoming ha abundado en la idea al declarar "La unidad de España me la suda" y "Aquí el poder siempre lo han tenido los mismos, durante muchísimos siglos".

 ¿A qué régimen, al parecer llegado hasta hoy, se referirá Toledo? ¿A la monarquía absoluta de origen divino? ¿Quiénes serán esos eternos gobernantes a los que se refiere Wyoming? ¿Los Trastámara? ¿Los Habsburgo? ¿La Inquisición? ¿Alguna extraña sociedad secreta que habría ido pasando, de padres a hijos, el testigo del poder en la sombra?

 La verdad es que como argumento para una película de Fantomas no estaría nada mal. En cuanto a los asuntos sudatorios, habrá que reconocer que Wyoming cuenta con el aval de Fernando Savater, eminente representante de la izquierda apátrida que, además de soplársela y sudársela, declaró hace algunos años que "la idea de España es para fanáticos y semicuras".

Y así, entre separatismos y sudores, España es la campeona mundial en las disciplinas de utilización de la historia como arma ideológica y de reflexión sobre el propio ombligo como suprema acción política. ¡Ser español se ha hecho tan cansado que hasta lo de Sísifo resultaría más llevadero! ¡Toda la vida preguntándonos qué somos! ¡Si somos o no somos, si fuimos o no fuimos, si somos o som, si seremos o serem, si seguiremos siendo o dejaremos de ser...! Demasiada atención a la esencia como para conservar la cordura.

 ¿Veremos el día en el que los españoles, especialmente los de algunas regiones enfermas de aldeanismo disfrazado de progresismo, alcancen a comprender que la política consiste en la gestión eficiente de la cosa publica, en ocuparse del buen funcionamiento de las instituciones, de la calidad de la asistencia hospitalaria, de la enseñanza y de otros asuntos ajenos a los efectos autodeterminativos de los diferentes acentos, bailes y maneras de cocinar el bacalao? De momento no parece que haya muchas razones para el optimismo en una sociedad enganchada al onanismo identitario.

Pero más allá de nuestro ombligo suceden muchas y serias cosas. Porque el mundo está cambiando a gran velocidad en estos precisos días y ante nuestras mismas narices. Por un lado, el avispero de Oriente Medio con todas sus graves consecuencias políticas, militares y terroristas. Por otro, unos USA en acelerada decadencia y una China aprestándose al relevo. En tercer lugar, unas circunstancias climáticas, medioambientales y energéticas cuyo imprevisible desarrollo no dejaremos de contemplar en los próximos años. En cuarto, la creciente presión migratoria de quienes huyen de la guerra, de las persecuciones religiosas, del hambre, de la sequía o de su propia incapacidad. Paralelamente, la natalidad suicida de los países desarrollados, especialmente de una Europa envejecida, agotada, impotente y enferma de autocrítica. Y, finalmente, una ONU promoviendo cada vez con más intensidad lo que sus expertos llaman "migraciones de reemplazo", destinadas a sustituir con rapidez a una población europea que se niega a tener hijos por decenas de millones de inmigrantes del Tercer Mundo, lo que no ha hecho más que empezar.

¡Esto sí que tiene que ver con la prosperidad, la estabilidad y la bendita identidad que aparentemente tanto gusta por aquí! Y todo ello está sucediendo allende nuestras fronteras sin prestar la menor atención al hecho diferencial catalán, el ámbito vasco de decisión, el 11 de septiembre de 1714 y el imperativo geopolítico, de transcendencia planetaria, de que España es una nación de naciones discutida y discutible.

¡Qué desconsiderados! con nuestros asnos progres de la farándula y nuestros autóctonos y sacrosantos burros del Nordeste

miércoles, 7 de octubre de 2015

La Independencia de Cataluña es indecidible. Demostración matemática.



Boole, Turing. Lo decidible.

                                                                       Turing (1912-1954)


Sea X un conjunto. Este es el inicio de toda la ciencia matemática. Diremos que a es un elemento de X, si a está contenido en X. Observesé que no podemos empezar diciendo que X es aquello que está compuesto de elementos, porque entonces, habría que definir qué es un elemento.

Clásicamente se hacía así. Por ejemplo, Euclides empieza en Los Elementos definiendo la noción de punto, como aquello sin partes. Pero, ¡caray! ¿qué es una parte?. Euclides, lo que hacía sin ser consciente, era fijar previamente el universo, que para él era el espacio tridimensional. Entonces, cuando dice partes se refiere a las dimensiones.

Un punto es un objeto del universo sin dimensiones. Ahora sí.

Sea X es un conjunto. Supongamos que tiene un número finito de elementos. Definición. Diremos que X es un álgebra de Boole si cumple lo siguiente:
  • hay una relación de orden que llamaremos <=, de manera que dados dos elementos a y b, ó bien a<=b, ó bien b<=a
  • hay un máximo I y un mínimo O. Definidos como aquellos elementos tales que a<=I, O<=a, para todo a.
  • hay dos operaciones, la unión U y la intersección INT de elementos, de manera que:
    a<=b sí y sólo sí aUb=b.
  • cada elemento a tiene un complementario NOT(a) tal que:
    • a U NOT(a)=I
    • a INT NOT(a)=O
Las álgebras de Boole, reciben su nombre de un matemático genial, George Boole, una persona extraordinariamente culta. El objetivo de Boole era reducir la lógica a ecuaciones algebraicas. Su genial método fue estudiar los operadores unión U e intersección INT, definidos arriba. Estos son un puente entre los elemenos, {ó, y}, en el lenguaje lógico y los operadores {+,x} en el lenguaje algebraico.  Aquí viene la maravilla.

Teorema: No hay más que un álgebra de Boole, las sucesiones de ceros y unos.
¿Os suena? Boole, es el padre del lenguaje computacional.



Una máquina de Turing cabezal móvil y una función de transición que especifica el siguiente estado en términos del actual y de lo que apunta el cabezal. Recibe su nombre del matemático Turing. Su tesis fundamental es:
es es una abstracción matemática compuesta de un número finito de estados y una cinta infinita con símbolos que provienen de un alfabeto finito que pueden ser escritos o leidos usando un

 Tesis Church-Turing: Una máquina de Turing es equivalente a un algoritmo. 
Es decir, un problema se resuelve con un ordenador doméstico sí y sólo sí admite ser tratado en la máquina de Turing, si y sólo si se puede expresar como un algoritmo. Como matemáticos, una de las preguntas que se hicieron Church y Turing y que venía desde Leibniz, era si se podían reducir las matemáticas a la computación. Querían saber si se podía decidir si el enunciado de una proposición matemática era un teorema verdadero o una proposición falsa.
 Este problema se llamó Entscheidungsproblem (problema de la decisión) y demostraron que no: las matemáticas, son algo más que un algoritmo.

La respuesta de Podemos y del PSOE catalán sobre la independencia no es ni sí, ni no. A esto lo llaman derecho a decidir. Si la independencia fuera algo decidible, esto sería similar a que los ordenadores, no sólo tuvieran ceros y unos, sino también 1/2.

Sólo se pueden decidir las cuestiones que admiten una lógica, es decir un lenguaje computacional Booleano. Son cuestiones que pueden ser tratadas en una máquina de Turing. Es decir, en un ordenador.

 ¿En qué ordenador sale que se pueda decidir o no la independencia de Cataluña?, ¿qué proceso lógico lleva a esta decisión? Ninguno. España es algo más que un algoritmo. La independencia de Cataluña es algo sobre lo que no se puede decidir.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

De tonto útil a tonto utilizado

Jódete, Arturo

   
Mas, entre una estelada y una bandera de la UE, tras las elecciones de este domingo. - Foto EFE
Primero por idiota. Esta es la tercera vez que te pegas un castañazo, querido president. Tres veces has disuelto el Parlament con intención de mejorar tu posición y otras tantas has acabado con el rabo entre las piernas, tan serio, tan listo, tan seguro de tu apostura, tan perseverante en tu radical impostura.

Ibas a por la mayoría absoluta en votos y escaños y no has logrado ni lo uno ni lo otro, de modo que ahora tendrías que salir pitando, esconderte, largarte a Canadá para siempre jamás y no volver a mostrar tu jeta de perdedor impenitente por estos pagos, so pena de que te pongas de rodillas ante la CUP, esa cosa entre anarquista y comunista que encabeza un tal Fernández, de Zamora como sus padres, en la que se refugian muchos de los que, procedentes en principio de Andalucía, Murcia, Galicia y ambas Castillas, hoy se avergüenzan de sus orígenes y reniegan de sus raíces para hacerse perdonar por los amos del prusés, el catalanismo pata negra.

Tonto útil.

 Contenta tiene que estar hoy esa burguesía antaño descrita como la campeona del seny: has arruinado Convergencia, has dinamitado al partido de la derecha catalanista para servir los destinos de la región en bandeja de hojalata a una ensalada indigerible de izquierdas revolucionarias, una perspectiva ante la que, imagino, las buenas gentes de Sarriá-Sant Gervasi deben sentirse hoy la mar de felices.
Con todo a favor, sin equipo contrario sobre el césped, no has sido capaz de ganar este para ti, según tú, definitivo partido que debía llevar a Cataluña a la Arcadia de la riqueza
Comprendo la frustración que debías sentir anoche cuando te retiraste a tus aposentos, querido president. Se te notaba sobre el tablao del Borne (por cierto, ¿qué habéis hecho con las monjas? Anoche no se vio a monja alguna bebiendo cava a morro y celebrando la independencia…), los ojos vidriosos y ausentes, como queriendo escapar de aquel rostro cansado que pretendía seguir riendo en patética mueca producto de la decepción.

Durante no sé cuántos años has gobernado para la mitad de los catalanes, qué digo, mucho menos, digamos que para

 dos millones de catalanes, los que ayer dieron su voto al sí, olvidándote por completo de los cinco y pico restantes, dándoles la espalda, condenándoles al ostracismo, ignorándolos, despreciándolos en el fondo y en la forma, ciscándote en sus necesidades y aspiraciones.

 Has creado un régimen de partido único para, cual espantajo, muletilla o engaño, llevar a esa tropa hacia una Cataluña de capuletos y montescos, una Cataluña en la que tú deberías sentirte mucho más seguro, imagino, lejos del afán fiscalizador de una Justicia mínimamente independiente –si es que en la España actual se puede hablar de una Justicia independiente– y dispuesta a mirarte los bajos de la corrupción galopante en la que tú y tu padre político, el tal Pujol y su familia, la famiglia, con Convergencia entera, lleváis 40 años nadando.

Frustración, sí, porque lo has tenido todo a favor, has dispuesto de todo, lo has dilapidado todo, empezando por el dinero a espuertas que Madrit te ha ido soltando a través de FLA, de todos los FLAS habidos y por haber, para financiar Asambleas y Òmniums, y a esos cuadros del partido único que visitaban las comarcas, llamaban a las casas y exigían fidelidad al pequeño führer que hay en ti. Has tenido a todos los medios de comunicación a tu servicio, empezando por la RAC1 en la radio, La Vanguardia en la prensa –qué papelón el del señor Conde de la cosa, poca vergüenza tienes, Godó de los collons– y siguiendo y terminando por la omnipresente TV3, la televisión del partido dispuesta a machacar la vida diaria de los catalanes que no estaban dispuestos a enrollarse en la estrellada. Régimen de partido único, con lenguaje único.

Parodiando a Victor Klemperer y su análisis sobre la semántica del nazismo, más que la propaganda de los discursos, los textos escritos y los carteles, el instrumento del que te has valido para instilar tu veneno en las mentes de tanto independentista de última hora ha sido el lenguaje, la perversión del lenguaje: palabras aisladas, expresiones (caso del famoso "derecho a decidir") y formas sintácticas repetidas hasta la saciedad, que, favorecidas por su simplicidad, acaban por penetrar, envenenados conceptos y sentimientos, en el inconsciente de gente antaño aparentemente juiciosa, ahora dispuesta a asimilarlas y reproducirlas de forma mecánica. Es lo que Klemperer denominaba Lingua Tercii Imperii (LTI), la lengua del Tercer Reich que envenenó Alemania en los años 30 del siglo pasado y que condujo al desastre por todos conocido.

Todo debía respirar nacionalismo

En la Cataluña nacionalista no había, no hay, espacio para las gentes empeñadas en no someterse a tu impulso totalitario,  

conducator de andar por casa, impulso que os ha llevado, a ti y a Junqueras, remedo de coloquial Sancho Panza que te acompaña en el último tramo del viaje hacia ninguna parte, a absorber todos los espacios públicos y aun privados. El Volkgeist nacionalista (nosaltres som collonuts, ells ens volen aixafar y us portarem Catadisney), financiado con el dinero de todos.

Las instituciones debían alinearse con el ideario y las metas del prusés, haciéndose partícipes de su cosmovisión. La judicatura, los sindicatos, los colegios profesionales, los enseñantes, la iglesia, el Barça, los castellets… Todo. Todo debía respirar nacionalismo en la colosal empresa de homogeneización emprendida por vosotros, pérfidos aprendices de brujo. Todos debían hablar "el lenguaje del vencedor", mientras en Madrid se dedicaban a tocar la lira.

 Todo lo habéis instrumentalizado, todo lo habéis prostituido desde el poder que la Constitución a la que habéis vilmente traicionado os entregó: las almas, las instituciones, los medios de comunicación… Quien no comulgara con vosotros estaba condenado a vivir en el ostracismo más completo, a callar, a desaparecer, abrumado por la fuerza de vuestro inmisericorde aparato de agitprop.
Lo peor de todo, si me apuras, Arturo, es el daño que has causado en tantas familias a las que has amargado la vida,

familias rotas que has dividido, en algunos casos tal vez para siempre, con el maldito 'prusés'
Pero lo peor de todo, si me apuras, Arturo, es el daño que has causado en tantas familias a las que has amargado la vida, familias rotas que has dividido, en algunos casos tal vez para siempre, con el maldito prusés, Arturo, familias a las que has obligado a dejar de verse para no tirarse los trastos a la cabeza durante el almuerzo de los domingos o las celebraciones familiares singulares.

Y eso no tiene perdón posible, Arturo, eso no te lo podrán perdonar nunca las decenas, centenas de miles de familias que vivían felices y agrupadas hasta que tú y tu veneno totalitario hicieron su aparición sobre la faz de Cataluña. Y todo para nada, Arturo.

Para volver a demostrar que Cataluña es tan diversa y plural como la entera España, mal que te pese. Todo para que, como mucho, algún día te levanten una estatua a la entrada del zoo de Barcelona con la leyenda "al tonto útil".

Por eso hablo de frustración, por eso comprendo tu inmensa frustración de anoche. Frustración porque, con todo a favor, sin equipo contrario sobre el césped –tanto el idiota sideral de Zapatero como el pusilánime incorregible, héroe procrastinado Rajoy, te han dejado hacer y deshacer a tus anchas, en otro ejercicio de irresponsabilidad que la historia jamás podrá perdonar–, resulta que no has sido capaz de ganar este para ti, según tú, definitivo partido que debía llevar a Cataluña a la Arcadia de la riqueza, la Dinamarca de la felicidad, cuando adonde de verdad has apuntado siempre es a la Albania de la más completa miseria.

Y todo para eso, para esto, para levantarte esta mañana convertido en un pelele, un juguete roto en manos del tal Fernández y su CUP. Para ser un cadáver cuya pestilencia traspasa ya las riberas del Ebro. Has perdido y estás muerto. Y tú lo sabes. Por todo eso y algunas cosas más, por todo lo que has roto, por todo el dolor que has causado, por tonto, por traidor y por sembrador de discordia:

 jódete, Arturo.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Paremos a los locos del "pais petit"

Al asalto de un poder sin límites


Artur Mas y Oriol Junqueras, a la salida de un mitin, junto a Carme Forcadell | EFE

Lo que el domingo se vota en Cataluña es lo que la Ley, democráticamente aprobada, decidió que se debía votar: qué candidatos son elegidos para formar parte del Parlamento de Cataluña y ejercer los poderes que la Ley le atribuye. Pretender hacer cualquier otra cosa diferente a esta con el voto de los catalanes es dinamitar su Libertad, porque sería saltarse la Ley. La cuestión no es el "derecho a decidir", como pretenden los independentistas, sino quién protege a cualquier catalán, aunque fuera uno solo, de la tiranía de quienes pretenden imponerle sus decisiones sin Ley que les dé autoridad para ello.
Estos días escuchamos debates delirantes. ¿Cómo va a haber protección constitucional o legal de la nacionalidad española de los catalanes, si lo que previamente se hubiera dejado sin tal protección es la propia España?
No se trata de un debate legal. Ni tampoco es una competición de afectos y de halagos. Ni mucho menos es un asunto de dinero (es imposible que el Gobierno catalán obtenga más dinero con menos esfuerzo y menos responsabilidad por su parte).


Es una cuestión de principios básicos, de valores elementales en una sociedad compuesta por personas libres. La Constitución y las leyes son el producto de la libre voluntad de las personas. Y por tanto dejar sin efecto la Constitución y las leyes es dejar sin protección la libertad de cada español, viva o no en Cataluña, pero especialmente si vive en Cataluña.
Quienes pretenden obtener la independencia de Cataluña tendrían que dejar sin efecto, de la manera más rotunda y brutal, la vigencia de la Constitución y las leyes. Y a partir de ese momento dejan de existir límites. El que ha echado abajo la puerta grande también echará abajo cada obstáculo que encuentre para lo que en realidad busca, que no es la independencia en sí, sino el poder.
Estamos ante un intento de asaltar el poder, todo el poder, disfrazado de reivindicación de la independencia. Un poder sin límites. Sin jueces que juzguen el saqueo del presupuesto. Sin prensa libre que sea capaz de articular otra cosa que editoriales conjuntos en auxilio del poder.

Poder para quedarse con el dinero de la gente, para decidir quién "es de aquí" y quién "no es de aquí".

Poder, en fin, para que la gente solo sea libre de decidir a qué altura de la manifestación se va a colocar, porque de quedarse en casa ya hace tiempo que dejó de ser libre.

Los políticos independentistas catalanes no son nuevos ni desconocidos. Siempre han querido poder, y es esa búsqueda la que les ha conducido a exigir la independencia. No para que Cataluña sea libre, sino para ellos poder reducir aún más la libertad y la propiedad de los catalanes.
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Es una cuestión de principios básicos, de valores elementales en una sociedad compuesta por personas libres. La Constitución y las leyes son el producto de la libre voluntad de las personas. Y por tanto dejar sin efecto la Constitución y las leyes es dejar sin protección la libertad de cada español, viva o no en Cataluña, pero especialmente si vive en Cataluña.
Quienes pretenden obtener la independencia de Cataluña tendrían que dejar sin efecto, de la manera más rotunda y brutal, la vigencia de la Constitución y las leyes. Y a partir de ese momento dejan de existir límites. El que ha echado abajo la puerta grande también echará abajo cada obstáculo que encuentre para lo que en realidad busca, que no es la independencia en sí, sino el poder.
Estamos ante un intento de asaltar el poder, todo el poder, disfrazado de reivindicación de la independencia. Un poder sin límites. Sin jueces que juzguen el saqueo del presupuesto. Sin prensa libre que sea capaz de articular otra cosa que editoriales conjuntos en auxilio del poder.
Poder para quedarse con el dinero de la gente, para decidir quién "es de aquí" y quién "no es de aquí". Poder, en fin, para que la gente solo sea libre de decidir a qué altura de la manifestación se va a colocar, porque de quedarse en casa ya hace tiempo que dejó de ser libre.
Los políticos independentistas catalanes no son nuevos ni desconocidos. Siempre han querido poder, y es esa búsqueda la que les ha conducido a exigir la independencia. No para que Cataluña sea libre, sino para ellos poder reducir aún más la libertad y la propiedad de los catalanes.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Nosaltres sols

Los separatistas catalanes trataron de pactar con Hitler para conseguir la independencia

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De acuerdo con un artículo publicado el año 1983 en el periódico ‘Diari de Barcelona’, el Tercer Reich pensó en crear una Cataluña independiente. No obstante, con el desarrollo de los acontecimientos los planes de Hitler cambiaron y los gobiernos alemán e italiano optaron por apoyar Franco en detrimento de los independentistas catalanes, que perdieron la esperanza de conseguir la libertad nacional.
En los años 1930 los líderes de la Alemania nazi mantenían contactos con la agrupación nacionalista radical catalana Nosaltres Sols! y el partido político independentista Partit Nacionalista Català (PNC), relata el periódico digital Público. De acuerdo con el artículo, la cooperación fue tan estrecha que antes del inicio de la Guerra Civil en España un grupo de nacionalistas catalanes llego incluso a ofrecer a Hitler desplegar sus bases militares en el territorio del futuro Estado catalán a cambio de “recibir entrenamiento en el manejo de aviones y en la preparación de explosivos”.

Por su parte, los nazis, que acababan de llegar al poder en Alemania, trataban de complacer de cualquier manera a los nacionalistas catalanes y otros grupos independentistas radicales en Europa. En aquel entonces, el principio hitleriano de “divide y vencerás” funcionaba con éxito mientras sirviera a los intereses del Fuhrer. Cataluña, según opinan los historiadores, era la región donde operaba la red de espionaje y propaganda nazi mejor organizada de toda Europa.

En julio de 1935, durante una visita a Alemania, uno de los líderes de Nosaltres Sols! entregó al ministro de Propaganda nazi, Joseph Goebbels, un memorándum que tenía que demostrar con una lista de beneficios que la colaboración entre Alemania y el separatismo catalán estaba destinado a tener éxito. No obstante, los independentistas no recibieron ninguna respuesta del ministro.

A pesar del fracaso con Goebbels los partidarios de la independencia no se desanimaron y en 1936, cuando la situación en España empeoraba después de las elecciones, presentaron en el consulado alemán en Barcelona un nuevo proyecto ampliado de memorándum. Está vez el cónsul alemán se tomó en serio el documento y lo envió al Ministerio de Exteriores en Berlín.

Sin embargo, las esperanzas de los radicales catalanes se fueron al traste por la decisión de los gobiernos de Alemania e Italia, que no estaban seguros de la fidelidad catalana, de apoyar decisivamente a Franco una vez empezó la Guerra Civil Española. En aquel momento los teutones ya entendían que una futura Gran Cataluña que incluyera Islas Baleares y Valencia podría facilitar la penetración francesa hacia Gibraltar gracias a las vías férreas que unían los dos países.

En 1940, un año después del inicio de la Segunda Guerra Mundial, los nazis derrotaron a Francia y se concentraron en recibir el apoyo del gobierno colaboracionista francés de Vichy para que Hitler pudiera realizar sus planes de conquistar Europa. Centrado en nuevas aventuras, el Tercer Reich ya no estaba interesado en una Cataluña independiente.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Los años treinta de Mas.

FG, independentismo, nazismo, chavismo

Lo más indignante para los independentistas catalanes del artículo de este fin de semana de Felipe González en El País fue una sola frase dentro de su texto de 1.382 palabras.
Escribió que la campaña independentista era “lo más parecido a la aventura alemana o italiana de los años treinta del siglo pasado”.

Como conserva gran prestigio entre los principales gobiernos del mundo, esas 16 palabras provocarán un efecto internacional demoledor: en las democracias europeas se detesta toda similitud con el nazismo denunciado por alguien como él.

El nacionalismo nunca analizará el fondo de la frase: se ha habituado tanto a agitar su simbología patriótica que es incapaz de ver los paralelismos con la fascista.
Así, la proliferación creciente y obsesiva de las señeras con una estrella añadida artificialmente recuerda la aparición también artificial de la esvástica nazi, el haz con hacha etrusco de Mussolini, o el yugo y las flechas falangistas tomados del escudo de los Reyes Católicos.

El problema no radica en la agitación total que pretenden provocar las esteladas, sino en que, quien no las exhibe, quien no las enaltece, quien no las agita, queda señalado como enemigo y traidor con el que se arreglarán las cuentas "cuando de la vuelta la tortilla", amenaza el actor Joan Joel, gloria patriótica.

Aunque parezca anecdótico obsérvese la eclosión del fervor nacinalista generalizado y creciente en los deportes convertidos en sucedáneos de una guerra, fenómeno que que va más allá que el de cualquier grupo conocido de fanáticos y que se parece mucho al alemán en los JJ.OO. de Berlín 1936

Véanse esos constantes actos con flores y banderas, guardias enchisterados, a cada hora, por motivos nimios, creando una sagrada liturgia funeraria en la que se incluyen las más que sospechosas marchas nocturnas con antorchas modelo SS.

Los desfiles de grandes masas disfrazadas, con ropas haciendo de banderas, como muestras de patriotismo que en realidad son ridiculeces chavistas.

Adoctrinamiento escolar enseñando historia de falsas persecuciones a los catalanes por serlo, cantos patrióticos fabricando fasciocomunistas, propaganda en todos los medios, denuncia del enemigo explotador y genocida, España.

Estamos en los años 30, aunque tragicómicos, con muchos Mas Nicolás Maduro europeizados.
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lunes, 31 de agosto de 2015

¡Ataques a Cataluña! Frase de ataque del ex honorable.

ENVUELTOS EN LA BANDERA.

ENVUELTOS EN LA BANDERA. (Vaya panda)
El señor Jordi Pujol, las dos veces que lo han acusado de corrupto se ha envuelto en la bandera de Cataluña; 

los ataques por presunta corrupción a su persona y familia, dice que son contra Cataluña. 

 Y hay tont@s útiles en esa comunidad que aun sin ser catalanes de origen - y se supone nada separatistas¿o sí? véte a saber-   tienen el slogan  interiorizado  y repiten en cualquier ocasión como loritos amaestrados que identifican cualquier crítica a los nacional separatistas  de la Generalitat, con "ataques"  a Cataluña
Porque nadie ha defendido a Cataluña tanto como él, claro. Porque Cataluña es él, son ellos, sólo los de casa de toda la vida, los perdonavidas de los charnegos, ¡faltaría más!

Susana Díaz dice que por amor a Andalucía hay que apoyarla a ella. Amo a Andalucía mucho, pero no te amo a ti y a lo que representas. Andalucía ha sido saqueada entre otras cosas con lo de los ERE fraudulentos.
Cuando alguien ama a algo o a alguien, no va contra ello o él. “Tanto quería el cuervo a sus hijos que les sacaba los ojos”; que reza al dicho.

Quienes me leen saben que he dicho en varias ocasiones que no soy de patrias, ni grandes ni chicas. Mi patria es el mundo y allí donde haya una persona que sufre estará mi patria. Aunque esté constreñido a lo local, mi pensamiento es universal. En todo caso, actuaré en lo local como parte de lo universal. No puedo arrogarme la propiedad del lugar donde habito. He nacido en este lugar como pude haber nacido en otro.

Ni Pujol es Cataluña ni Díaz es Andalucía.

Los amores hay que demostrarlos de otra manera.
En los nacionalismos proclamados, hay mucho de desprecio a otros territorios y sus gentes. Es la exclusión del diferente.

Si no fuera por lo que representa, una bandera no pasaría de ser un trapo de llamativos colores. Arrogarse una bandera; ¿no será apropiación indebida?

Un representante de una organización sociopolítica, es el representante de aquellos que le han votado; no del pueblo en su totalidad. Una vez cuente con el respaldo del resto de organizaciones podrá decir que representa al total de ese pueblo, aunque con matices (la gran abstención de siempre-mayoría absoluta- tampoco le han votado)

 Es que puede darse el caso de que estés utilizando mi voto de forma torticera; quizá yo no te voté para que hieras determinados pactos, de haber sabido que los harías, no te hubiera votado. No te entregué patente de corso.

Las cosas son tal y como las entienda cada uno; se dice que hay tantos dioses como creyentes haya. La concepción que tenga cada uno de la cosa tratada. Por esto es tan importante la implantación del pensamiento único.

Popular y populista, son conceptos distintos. También lo son patriota y patriotero.

domingo, 30 de agosto de 2015

Pujolandia y los 40 ladrones


El juzgado número 1 de El Vendrell (Tarragona) y la Fiscalía anticorrupción disponen de documentos que prueban el pago sistemático de comisiones a Convergencia a través de algunos ayuntamientos controlados por el partido y también vía fundación "CatDem" por la adjudicación de obra y contratos públicos a las empresas del grupo Sumarroca. El mecanismo es el del 3 por ciento ampliado, un nada sofisticado sistema por el que los Sumarroca eran socios preferentes de las administraciones convergentes y el partido que preside Mas se nutría de fondos procedentes de las arcas públicas. Los sobrecostes redondeaban el negocio.

El pasado 25 de julio, en coincidencia con el primer aniversario de la confesión de Jordi Pujol, Jordi Sumarroca, a la sazón consejero delegado de la constructora Teyco ingresaba en prisión sin fianza por el pago de 1,4 millones de euros al exalcalde convergente de Torredembarra. Pocos días después, el 11 de agosto, era puesto en libertad tras el pago de una fianza de seiscientos mil euros. La defensa alegó que no había riesgo de destrucción de pruebas y que Sumarroca había colaborado y proporcionado toda la documentación solicitada por los investigadores.

Los pelotazos municipales



Dos semanas después, agentes de la Guardia Civil entraban en la sede de Convergencia, de su fundación y en los ayuntamientos de Figueras, Lloret de Mar, Sant Cugat y Sant Celoni. En el primero de ellos fue alcalde Santi Vila, consejero de política territorial de Mas y quien cierra la plataforma "Juntos por el sí" en Gerona. En Lloret de Mar otro insigne convergente, Xavier Crespo, fue alcalde hasta que estalló su vinculación con un empresario ruso que operaba en la localidad de la Costa Brava. En ese momento, Crespo era una figura en alza y sonaba para consejero de Interior. La alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, es también presidenta de la Diputación de Barcelona y portavoz del partido. La construcción de la piscina cubierta de Figueras, varios edificios municipales en Sant Celoni y Lloret de Mar y una promoción de vivienda en Sant Cugat están bajo la lupa de fiscales, el juez y los investigadores de la Guardia Civil. Todas las obras fueron adjudicadas a Teyco y de todas se deduce el desvío de fondos hacia el partido de Mas y los Pujol.

El grupo Sumarroca es la clave que puede desenmarañar el tejido clientelar de CDC. La defensa de Jordi Sumarroca afirma que su patrocinado está colaborando en todo momento con la Justicia, lo que ha desatado el pánico en Convergencia. Artur Mas le ha pasado la patata caliente a su número dos, Josep Rull, y a la portavoz Conesa. "Los dirigentes de Convergencia ya han hecho declaraciones", respondía cuando se le interperlaba por la cuestión antes del primer mitin de la candidatura en la que figura como número cuatro y teórico aspirante a la reelección.



Un partido en descomposición



Las pruebas sobre la financiación ilegal de Convergencia son contundentes, pero llueve sobre mojado. El caso Sumarroca es el caso Palau, el caso Pujol, el caso ITV, el caso Innova, el caso Torredembarra, el caso de las prótesis de cadera y columna caducadas y un largo etcétera. Las sedes de Convergencia están embargadas. Mas, Josep Rull y Jordi Turull dirigen una formación rota tras la confesión de Pujol, cada vez más escorada hacia el radicalismo, inmersa en una fuga en la que se ha encontrado con el inesperado apoyo de ERC y la "sociedad civil" para esconder sus siglas y tratar de eludir sus responsabilidades.

Carles Sumarroca i Coixet, el patriarca del clan fundó Convergencia con Pujol. Su esposa y Marta Ferrusola eran íntimas y socias en el negocio de Hidroplant (el césped del Camp Nou y los arreglos florales de los grandes despachos empresariales y públicos de Barcelona). Los hijos de unos y otros, íntimos desde niños. Ahora, a las duras, en Convergencia no se quiere saber nada de Jordi Sumarroca, ex tesorero de Òmnium (uno de los grupos "cívicos" de "Juntos por el sí") y cónsul de Lituania.

El declive de Sumarroca: de Ómnium a la trena



En el registro realizado en julio en las oficinas de Teyco, Sumarroca advirtió a los agentes que parte del espacio pertenecía a la representación diplomática de Lituania en Cataluña y que por tanto debía quedar al margen del barrido. En su casa, un perro policía detectó una caja con dinero. Había 69 billetes de quinientos euros, 34.500 euros en cash. Una de las figuras típicas del nacionalismo, prohombre de Òmnium, mecenas de CatDem, empresario al servicio de la causa separatista comenzaba su declive.

En la caída arrastra una parte del cada vez menguado crédito de Artur Mas, que se enfrenta a una doble pinza: la corrupción y las operaciones de ERC para derribarle. Ayer, en pleno mitin de "Juntos por el sí", la Guardia Civil aún estaba registrando la sede de Convergencia. Nadie dijo nada en sus discursos. Este sábado, Junqueras, en declaraciones a la radio oficial de la Generalidad, balbuceaba que Mas debía dar explicaciones más allá de atribuir los registros a la supuesta "guerra sucia" del Estado contra el proceso.

Osàcar y la destructora de papeles


Una "guerra" en la que destaca la imagen de Daniel Osàcar, exgerente del partido y dimitido como consecuencia del expolio del Palau de la Música, a los mandos de una destructora de documentos que cuando llegó la Guardia Civil echaba humo, según informaba Esteban Urreiztieta en "El Español". Una "guerra" dirigida por un juzgado de la comarca del Bajo Penedés. Una "guerra" en la que se habría urdido una astucia a menos de un mes de las elecciones "plebiscitarias" para atacar el proceso. Sea como fuere, el temblor convergente se agudiza con la sospecha de que Sumarroca podría haber pactado tirar de la manta y asestar el golpe definitivo al partido de Pujol y Mas con la documentación del 3% que explicitara Maragall hace una década.

El golpe, sin embargo, no afecta a la capacidad de movilización de Mas, que se presenta como un mártir sometido a toda clase de infundios y acusaciones por haber puesto las urnas en el referéndum ilegal del pasado 9 de noviembre. Sus partidarios insisten en vincular las pruebas contra Mas y Convergencia a la antedicha "guerra", una excusa que no cuela de puertas adentro  (Pablo Planas)

viernes, 28 de agosto de 2015

La ley del embudo

La 'abuela de Fuerteventura' y el 'Molt Honorable' de Cataluña


 Incumplidores perpetuos inmunes a las leyes: Libres y premiados

Multada y encarcelada por incumplir una ley medioambiental inhumana


Supongo que el Gobierno de Rajoy no dejará que pase el Consejo de Ministros de este viernes sin indultar a quien ya se conoce como "la abuela de Fuerteventura", una pobre señora de 63 años que fue declarada culpable de un delito contra el medio ambiente por haber construido su casa en un paraje protegido, en el Parque Rural de Betancuria, y condenada a seis meses de cárcel, 700 euros de multa y el derribo de su vivienda, considerada ilegal.
Doña Josefa Hernández pagó en su día la multa, pero no demolió la casa porque no tenía ni tiene otro lugar al que irse a vivir con los cinco familiares que dependen de ella: un hijo en paro, una hija discapacitada y tres nietos menores de edad. Esta desobediencia es la que ha sido esgrimida por el juzgado de Puerto del Rosario para exigir el cumplimiento de una pena de prisión que inicialmente había quedado en suspenso pero que llevó finalmente a la anciana a la cárcel de Tahíche el pasado lunes.
Aunque la anciana salga hoy mismo en libertad, su caso ilustra de manera dramática hasta qué punto hay en nuestro sistema de administración de Justicia una doble vara de medir y hasta qué punto es lamentablemente falso eso de que todos somos iguales ante la Ley. Mas aun si comparamos el desacato de esta pobre señora con la mucho más clamorosa y grave desobediencia perpetrada por el presidente de la Generalidad al negarse a cumplir reiteradas resoluciones de nuestros más altos tribunales que le prohibieron taxativamente la celebración de su ilegal consulta secesionista del 9-N.
Hasta la fecha nada se ha sabido de la querella presentada contra Artur Mas por los delitos de desobediencia, usurpación de funciones, malversación de caudales públicos y prevaricación, salvo la dimisión del fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, poco tiempo después de atreverse a presentarla. Y eso que me limitó a la ilegal consulta secesionista, porque también podríamos sacar a colación la todavía más lejana, grave y permanente desobediencia respecto de las resoluciones judiciales contrarias a la inmersión lingüística, o la más reciente, pero no menos grave, edificación de estructuras de Estado que la Generalidad ya ha iniciado y contra las que nuestras élites judiciales, políticas e incluso mediáticas apenas dicen nada.
Lo que se está edificando en Cataluña contra nuestra nación y nuestro ordenamiento jurídico es infinitamente más grave que las ilegales obras de ampliación de vivienda que doña Josefa Hernández se vio forzada a hacer por razones familiares en un paraje protegido. La diferencia está en que al presidente de la Generalidad, gracias a Rajoy y a sus fondos de liquidez autonómica, no le está faltando dinero para acometer las obras de construcción nacional, mientras que a la anciana canaria la construcción de su vivienda le ha costado el pago de una multa y una estancia –esperemos que breve– en prisión.
Claro que Artur Mas no deja de ser el molt honorable presidente de la Generalidad, mientras que Dña. Josefa Hernández no pasa de ser "la abuela de Fuerteventura". (Durpi)

miércoles, 12 de agosto de 2015

Sant Boi sin el sant

Sant Boi (San Baudilio de LLobregat, cambiado a Vilaboi (sin San) por las fechas del frente popular de izquierdas. (Inicios de la guerra civil)